La
decisión de conducir exclusivamente por la izquierda o la derecha la tomó cada
país, en un momento determinado, a medida que los coches fueron ocupando las
ciudades, compitiendo con éxito contra los carros de caballos. Algunos países
optaron por establecer el sentido de la marcha por la derecha, otros por la
izquierda.
Por
ejemplo, en España, los madrileños condujeron por la izquierda hasta 1924,
mientras que los catalanes lo hacían por la derecha. En ese año, los de la
capital adoptaron el sistema de Barcelona... aunque su Metro siguió curiosamente
circulando por la izquierda, ya que ahí no había problemas de colisionar con
los vecinos!!
El
ejemplo que nos viene a la mente enseguida, cuando hablamos de circular por la
izquierda, es Gran Bretaña. Sin
embargo, los británicos exportaron sus normas a los territorios bajo su dominio,
algunos tan poblados como la India, Indonesia o Hong Kong, de manera que, hoy
en día, varios miles de millones de personas deben circular por la izquierda
cuando se ponen al volante de sus coches, o de la moto, cuando cogen la bici o
montan en su modesto carro tirado por una vaca.
Si
la cifra os parece excesiva, fijaos en algunos países o territorios que siguen
la norma británica: en Europa, además de Gran
Bretaña e Irlanda, los Estados
de Malta y Chipre. En las Américas están Jamaica, Trinidad y Tobago, Suriname
y -cómo no- las islas Malvinas, además de muchas islas del Caribe.
En
Asia, llevan el volante a la derecha colosos
como la India, Pakistán, Sri Lanka y Bangla Desh (que son los cuatro
Estados en los que se divide la antigua joya de la Corona Británica); Indonesia, Malasia, Singapur, Japón, Thailandia, Brunei, las
islas Maldivas o Hong Kong, hoy en día reincorporada a
la China (donde, por cierto, se conduce por la derecha).
En
África, prácticamente todo el Cono Sur:
Sudáfrica, Kenya, Mozambique, Uganda... mientras que en Oceanía, tanto en Australia como en Nueva Zelanda o Papúa Nueva
Guinea se conduce del revés... aunque no precisamente boca abajo.
Si
empezamos a sumar millones de habitantes... la India, por sí sola, suma 1.289 millones,
y después vienen Indonesia (254), Pakistán (190), Bangla Desh (158), Japón
(127), Thailandia (68), el propio Reino Unido (65), Sudáfrica (54), Kenya
(43'5)... sólo con éstos nos acercamos a
los 2.250 millones de conductores de
izquierdas.
Ya
que estamos con esa enumeración, os recuerdo que en España llamamos un giro
a la indonesia el resultado de confluir en una intersección dos
vehículos en sentidos opuestos de la marcha, ambos con intención de girar hacia
su izquierda. En estos casos, el giro se hace antes de rebasar al vehículo
contrario, dejándolo a la derecha. La verdad es que es un giro peligroso,
porque no ves si viene alguien por detrás del otro coche, y que no está
reconocido por el Reglamento, pero todos lo hacemos sin pensárnoslo dos veces.
Por
cierto, hay que destacar que Gibraltar,
pese a sentirse rabiosamente británica, conduce con el sentido de la marcha a
la derecha, como en el resto del continente europeo.
Hasta 1967, en Suecia se conducía por la
izquierda, a lo británico. Sin embargo, para adaptarse al resto de los
países de su entorno, y especialmente con su vecino noruego, decidieron cambiar
el sentido de la circulación.
Para
que os hagáis cargo de lo que eso significa: no es sólo mentalizarse
psicológicamente y acostumbrarse a entrar y salir de las rotondas en contradirección. Cuando vais por
carretera, las señales miran hacia vosotros. En las calles españolas, los
semáforos y los stops están en la acera de la derecha.
Si
mañana se cambiara el sentido de la circulación, toda la señalización tendría
que cambiar de posición. Habría que darle la vuelta a todas las señales, cruzar
de acera millones de ellas, modificar las marcas viales pintadas en el suelo...
Los
suecos tuvieron que duplicar todas las señales. Ibas por la autopista y veías
las que te miraban, y las que te daban la espalda... preparadas para mirarte
cuando llegara el momento de conducir por el otro carril. Claro que las taparon
con bolsas y lonas para no distraer. También hubo que repintar señales como las
flechas que indican o confirman la dirección...
La
fecha elegida para el cambio de sentido fue el 3 de septiembre de 1967, que
ellos denominaron DAGEN H. Se diseñó
un logotipo especial...
...e
incluso se estampó en lugares donde era difícil que pasara desapercibido,
especialmente para los conductores masculinos...
El
cambio se hizo de madrugada, aprovechando el menor número de desplazamientos. Se
restringió el tráfico a lo imprescindible, mientras los operarios destapaban
las señales nuevas y tapaban o retiraban las antiguas. Entre las 4:50 horas y las 5:00 horas se prohibió que nadie circulase
en todo el país... y a partir de esa hora, ¡cambio de sentido! Las
estadísticas dicen que el número de accidentes no aumentó. Muchos de los coches
suecos ya tenían el volante a la izquierda, de manera que los conductores se alejaron
un par de metros de la acera pero a cambio no tuvieron problemas para
mantenerse dentro de su carril.
|
A la mañana siguiente, todos los coches aparecieron aparcados al revés |
En
1968, Islandia también decidió pasarse a la derecha, aunque al ser una
isla sin países pegados físicamente no tenía problemas en las fronteras.
Mientras
que en 2009, el Estado de Samoa -un
archipiélago ubicado en Oceanía, rodeado por centenares de kilómetros de mar en
todas direcciones- optó por hacer el cambio al revés y pasó de la derecha a la
izquierda; no por un amor repentino hacia Gran Bretaña, sino porque los países
más poderosos de su entorno -los vecinos menos lejanos en aquella punta remota
del globo- conducían por la izquierda y por tanto fabricaban coches con el
volante al otro lado. Y es que a un samoano le resultaba más barato comprar un
coche indio o japonés, con el volante a la derecha, que uno francés o
estadounidense con el volante al otro lado.
Como
es evidente, algunas señales de tráfico varían dependiendo si el sentido de la
circulación en su país es por la derecha o por la izquierda. Un stop es un stop, aunque en el interior
del octógono puede poner prácticamente cualquier cosa y en cualquier idioma.
Una curva peligrosa, una dirección prohibida, una limitación de velocidad...
tampoco varían en cuanto a su diseño, aunque suelen presentar particularidades
(y teniendo siempre en cuenta que en el mundo hay dos sistemas diferentes de
señalización, el de la Commonwealth y el de la Convención de Viena).
Sin
embargo, en otras ocasiones el sentido de la circulación crea unas señales que
a nosotros nos parecen reflejadas en un espejo.
Fijaos
en estas dobles parejas...
¿Es
que en España lanzamos la gravilla hacia un lado, y en la India hacia el otro?
¿Acaso nuestras rocas se desmoronan hacia un lado, y en Gran Bretaña y el Japón
hacia el otro? Como es evidente, no; pero las señales indican del peligro.
En
el primer caso, el peligro consiste en que el coche que viene de frente nos
arroje gravilla sobre el parabrisas o el manillar de la moto; por eso, en ambas
señales la gravilla se proyecta hacia el centro de la calzada.
En
el segundo, en un país con circulación por la derecha es muy difícil que nos
alcancen los pequeños desprendimientos que caen desde la izquierda, al otro
lado de la carretera.
También
es interesante ver que en Japón y en Reino Unido los niños salen del colegio
desde la izquierda... porque es en esa dirección donde pueden aparecer de
repente, sin mirar, de entre dos coches.
Por
cierto, debemos indicar que la señal española la hemos cogido del portal de
Internet de nuestros vecinos de Totana.com;
os recomendamos que consultéis su manual didáctico:
Otro
ejemplo evidente de las señales en espejo es la prohibición de adelantar. Como es
obvio, entre una señal española y una británica habrá la simetría que es de
esperar...
Pero
aquí nos quedamos, además, con un ejemplo realmente curioso, en la Argentina: la señal de prohibido
adelantar lleva una barra diagonal, igual que en las nuestras de prohibido aparcar.
Mientras que en la India, además de
la simetría, los coches desaparecen y son reemplazados por flechas. Quizás
porque en ese país, además de coches hay motos, bicis, carros de bueyes, de
caballos, e incluso los típicos rickshaw
de tracción humana. Se quiere decir que no puedes adelantar vayas montado en lo
que vayas montado.
Unas
señales que, además de simétricas, nos pueden resultar desproporcionadas, incluso
un pelín exageradas, son las británicas
de prioridad para el sentido propio o contrario:
Y,
¡cómo no! No hay que olvidarse de las señales de rotonda, con las flechas en
sentido horario o antihorario.
Son
algunas curiosidades con las que nos podemos encontrar en los países donde se circula
por la izquierda; esto es, con el volante en la parte de la derecha del
habitáculo.
Por
cierto, para cerrar este artículo os dejamos con un texto sobre Savoy Court,
la calle del Hotel Savoy: una calle del
centro de Londres donde es obligatorio circular por la derecha. Una
curiosidad, convertida en una tradición en una sociedad donde lo tradicional es
la ley. Si algún día vais a Londres y os metéis en esa calle, ¡tened cuidado y
recordad que debéis circular por la derecha, y no como los ingleses!